ph DarkSoul
¿Cómo iniciar una
reseña de un disco? Desde dónde pararse para emprender la tarea. ¿Desde la relevancia
que tiene o tendrá en la Historia de las artes (rock es nuestro caso) la obra
en cuestión? ¿En la destreza y vanidad musical de sus integrantes? ¿En la
capacidad emocional de sus letras y melodías? En fin...
Obviamente, cualquier
elección es arbitraria y nos compromete como oyentes y sujetos en medio de una
incalculable cantidad de material sonoro, y para bien o para mal, de no sólo
rock. Entonces, en cierta medida, hablar de discos o artista es hablar de nosotros
como sujetos sociales y valoradores de arte inmersos en un sistema de consumo y
producción.
Pero hay otra
cuestión que se presenta y es ¿cómo hablar de un disco como unidad (si es que
la tiene) sin mencionar la historia de la que forma parte? ¿Se puede pensar una
obra aislada del resto, no sólo de las contemporáneas, sino y mas importante –
creo - de sus anteriores, de su lugar en
una historia, la historia del artista o grupo? ¿Se puede pensar el arte fuera
de su época e historia?
Obviamente hay
varias respuestas posibles a éstas cuestiones y ninguna dará con la definitiva.
Ángela Tullida es
una banda de movimiento lento, se mueve espesamente en el under desde hace más
de 15 años. Su carrera discográfica es parca y descarnada consta de tan sólo cuatros
discos de estudio y un reciente DVD de uno de sus conciertos en nuestra vecina Montevideo.
El primero de
ellos, el inconseguible Pinchadura, es una producción que sólo se editó en
cassette allá por el ´94. Un objeto totalmente despojado, no tiene cubierta, ni
letras, ni nombre de temas es sólo un cassette con no más de ocho canciones en
su interior. Con oprimentes y marciales, “Ejercito”, o con sarcásticas canciones
sonando a un pop deforme como “Cumpleaños”, que reprocha una existencia tísica
e hipócrita, “” Hoy es tu cumpleaños
supuesta alegría ( ... ) A presión/ acaso no es tu día/ acaso no era hoy/ el día
de tu vida .... ”” y que se podría enmarcar en el postpunk mas crudo y depresivo,
casi surreal, y mucho mas cercano a And
also the tree y el The Cure de Pornography que de Joy Division de Closer en lo
sonoro de los arreglos ( la influencia del cuarteto de Manchester es una
condición primaria que los tullidos llevan, aún hoy, con gran nobleza y honor).
Sea como sea, el horizonte musical en donde se mueve Pinchadura es el más puro
dark urbano-cotidiano.
Luego en 2000 hay
un giro que coincide con su primera producción en CD. Su disco homónimo. La
cubierta es una pintura de Whistler llamada coloquialmente la madre de Whistler
(1871). Pero el cambio no está sólo en el tipo de edición y la existencia de
una cubierta muy sugerente (la quietud de la Sra. Whistler puede llegar a ser
perturbadora). En el disco se ve otro rumbo, quizás anunciado en algunas
canciones de Pinchadura, pero radicalmente distinto a la hora de ser ubicado en
el mismo horizonte. No es que sea un disco de pop, ni mucho menos, sino que el
giro lejos de alejarlos de su centro los catapultó más a su interior. En Ángela
Tullida era notoria la búsqueda, que ancló en aquel primer CD, en un clima
sórdido y con letras muy beckettianas que sugieren más que lo que dicen y que
dan lugar al silencio, lo mágico de esas letras está en lo que no dicen pero,
aún así, lo que no esta dicho en el silencio está. La voz de Gonzalo Fabbri (Voz
y Guitarra) encuentra su lugar entre las palabras de largas vocales y graves enrarecidas
por las cámaras y el eco. La formación la completan: Franco Varise (farfisa,
piano, acordeón), Marcelo Chiachiare (guitarra) Miguel Palacios (percusión),
Marcos Camisani (violín) Pablo Pérez (bajo). Para destacar el clima del disco? - Malecón...
“Infarto en el primer anhelo/ inválido en el segundo intento/ cargado de botellas
rotas/ bailando sobre ellas notas...” Una postal cercana al tango y los
arrabales, a los poemas de Evaristo Carriego, de Juan Manuel Pombo o Fernández
Moreno, la vida cotidiana vista a través del prisma sepia y distorsionado de
Nick Cave, Tinderstick, Tom Waits, Baudelaire, Lonard Cohen, Francis Bacon,
Georg Grozs, Scott Walker, etc. Esta nueva manera de sonar es la atmósfera
perfecta para describir esos arrabales que ya no son tangueros, sino que son el
desecho de una existencia pauperizada (reacuérdese que el disco en el 2000)
El disco siguiente
llega cuatro años después y lleva el nombre de Miseria, un disco mas refinado
desde la producción mas cuidado en detalles. Este disco es, o mejor, tiene el
aspecto de un disco crepuscular. La tapa es un atardecer o amanecer (a veces
esos momentos se confunden fácilmente) en el campo con un molino quieto en sus
aspas no circula ni una gota de aire.
El disco abre con “El
Barco” canción de tintes casi hímnicos de procesión “” vuelvo al barco con las luces, bajas de
pescador (...) nuestras vidas son los ríos
que van a dar al mar/ y navegare por la aguas bajas de voluntad... “”
Como en un poema de
William Blake o Georg Trakl el canto es a lo transitorio, al estado de
constante migrar que caracteriza nuestra existencia.
Los climas
oprimentes y saturados dejan lugar a imágenes claras y arreglos cristalinos guitarras
eléctricas sin efectos, salvo un oportuno octavador, se apoyan solo en la ecualización
de los amplificadores. La presencia de acordeón y violín es mas notoria y
climática, además del aire urbano de chason francesa de algunas canciones,
hacen de este trabajo un paso hacia ese horizonte sonoro siempre movedizo que
gira en torno a los tullidos. Las letras conservan el tinte melancólico y
borracho, historias que se cuentan sin eufemismos, que se narran con la sola poesía
de su suceder, es la despedida, el amor hecho pedazos a nuestros pies, es la
ilusión despedazada sin consuelo por el propio error “” cargo con la culpa de mi propio error,
maté a mi amor y me condenó / hacia el puerto viejo del alcohol y me emborrache
“” (El Cardenal) “”nunca creí, que iba a
morir / y ahora estoy tirado / yo nunca pensé que te iba a perder ... “” (Quemado)
o amanece, quizás, morír / un día mas, de mas , quizás / y una ilusión, cantó,
el final / y una traición, me habló, bailó “” (Soledad).
Un disco donde
predomina el vaudeville, el paso doble, la chason francesa, pero que no deja la
impronta, que ya es un sello tullido, del descarnado panorama y la canción de melodías
turbias y quebradas. Para destacar el bonus del disco (La cama vacía)
desgarrador poema de Juan Manuel Pombo al que la voz de Fabbri y Pedro Dalton
(cantante de Buenos Muchachos, banda Uruguaya) enaltecen en medio de un clima
sombrío y decadente.
Tripas Corazón es
el último trabajo de los tullidos. El mismo fue grabado entre 2007 y 2008. Un
disco mas producido, distribuido por un sello que tiene mas renombre como
Ultrapop que el exquisito sello de Miseria (Oui oui Record) Este disco es un
disco mas adulto si se quiere, pero adulto en un sentido distinto al que
solemos darle. Es un disco definido y claro. Con un raro humor y optimismo
digno de aquellos que nada tienen que perder.
La mirada que
existe en el interior de sus canciones, aunque sórdida, muestra destellos de
luminosa ironía. Cada letra o canción es un fotograma de la vida desolada y ultraubarna,
de la vida en los márgenes de lo social y moral. Aquel fragmento de Pizarnik
que dice “una mirada desde la alcantarilla / puede ser una visión del mundo...
“ (el árbol de Diana 1962) es un hecho en Tripascorazón y por ello, el mundo
construido por los tullidos es un mundo entre sombras. El poetizar de Fabbri se
centra o pone su atención en la ciudad como escenario del escarnio. La ciudad
es transfigurada por el sujeto y su mirada. Las letras hablan de una ciudad sin
aura, derruida sin brillos modernos. Tripascorazón es la puesta en metáfora del
hastío, del Spleen boudelaireano.
El tema que abre se
puede leer como un prólogo del “humor” del disco, “” Insoportablemente loco
estaba al pedo / sentado en la vereda mirando de retina / como se le pianta el
suspiro a la vecina / cuando pasa el logi del muchacho calavera “” (Tumba
Carnero) “” ... Hay que hacer de la vida /
una ilusión, para luego olvidarla /
(...) Hay que seguir la vida / hay que aguantarse la vida ... “” (Tripas
Corazón) Pero también habitan otros personajes en TC, no falta el travesti
viejo y marchito(Federal), ni la bataclana desvencijada (Vieja Loca) La vida
que no es visible y que late a nuestro alrededor en forma fantasmal, eso que no
deseamos ver, y que, sin embargo, es el sustrato que se hace presente en todo
tripascorazón
Desde lo musical
los tullidos acentuaron el camino comenzado allá por el 2000, las canciones
constan de una mayor exquisitez y producción, refinados y calculados arreglos e
invitados en vientos (tímbrica poco, o casi nada, utilizada en los trabajos
anteriores), el bandoneón (a cargo de Fabbri) ocupa el lugar merecido y las
guitarra de Chiachiare suena e lo Lepera reinterpretando a Cash. Piano, violín
y la ajustada percusión minimalista hacen de los acentos y vericuetos
arrabaleros de Tripascorazón el disco mas tullido hasta el momento, si bien en
su momento todos ostentaron ese lugar.
Para rescatar la
dupla vocal que se refuerza entre Dalton y Fabbri poniendo las voces a unas de
las letras mas cerradas y reales, de fragmentos de una narraciones mutilada,
como aisladas y sin consecuencias ... “” La madrugada en-tra-ba / en la botella
solo hay sol / Adelante y suerte / bebo
tranquilo al ver-te ..”” (Adelante y Suerte)
Los tullidos
parecen haber encontrado su lugar y su sonido en un circuito donde nada nuevo sucede
muy seguido. Ellos, supieron encontrar y
definirse estéticamente en toda su historia, encontraron un idioma tanto musical
como lírico o poético dentro del marasmo de repetición y look que es el under
local y porteño en la actualidad. Lo que hace sospechar que concientes del
lugar ocupado quieran migrar a nuevas formas y horizontes sonoros, buscando la
novedad con la que expresar el mundo nuevo y de todos los días...
Hernán Minardi
ph Martín DarkSoul
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